domingo, 25 de enero de 2009

No hay estupidez que dure 100 años...

Hace unos días vi una película...y aunque se aleja mucho de ser una de mis favoritas, me dejó pensando bastante, quizás porque me llamo mucho la atención el parecido que tengo con el protagonista. Un tipo que prefería quedarse encerrado en su departamento viendo películas hasta quedarse dormido. Cuando su celular sonaba no hacía mas que no contestar, y sus amigos se estaban cansando de sus negativas constantes.
Su vida era un "no"...un "no puedo", "no quiero", etc., y ver como se estaba pudriendo en su cueva hizo una especie de "clic" en mi cabeza.
Hace unos meses, unos cuantos la verdad, tomé la misma mala costumbre, quedarme en mi casa los fines de semana, no querer salir, negarme a invitaciones. Muchas veces tuve la intención de hacerlo, incluso de conocer personas, pero cuando lo hacía, o cuando veía que el asunto podía tener alguna clase de futuro, correr era lo primero que se me venía a la cabeza, y así lo hacia.
Me llené de negativas e inventé millones de frases para excusarme, el miedo nos pone idiotas, nos cierra las puertas aunque nosotros pensemos que están abiertas a cualquier posibilidad.
Muchas veces pensé que encerrarme en mi mundo sería lo mejor, para qué compartirme con el mundo si ni siquiera me sentía lo suficientemente valiosa para hacerlo. Tenía miedo de darme a conocer tal cual soy y dejar que alguien pasara la barrera de la primera impresión, todo por no sentirme lo suficientemente buena para nadie.
Por suerte no hay estupidez que dure 100 años…estaba en el error mas grande de la vida. Negarme a tanto, cerrar todas las puertas, decir que no a todo solo me llevó a sentir que estaba sola por un momento, y la verdad de las cosas, es que no estaba sola, simplemente yo me estaba apartando de todo.
Hace unos días tuve un encuentro cercano del tercer tipo con la causa de la mayoría de mis problemas del ultimo año…y fue demasiado gratificante saber que al mirar a “eso” a los ojos no sentí absolutamente nada, salvo una especie de rabia por la circunstancia...pero más allá de eso, no hubo nada mas, ni rencor, ni odio...solo indiferencia...
Haciendo una mezcla de cosas...creo que todo está pasando en el momento en que debe pasar, creo que la mejor decisión que pude haber tomado en el ultimo tiempo fue dignarme por fin a enfrentar mis asuntos pendientes, asumir de una vez por todas lo que pasó, seguir adelante y empezar a decir “si”...Cuando todos esos ingredientes se mezclaron, me di cuenta que existe un mundo enorme mas allá de mi encierro...hay un mundo que pensé que no existía...y por primera vez en mucho tiempo puedo asegurar que conocerlo es lo que más quiero en estos momentos.

Lo que más me llena, es que no tuvo que llegar un súper héroe a salvarme, no tuvo que aparecer ese “clavo” ni nada de eso...y creo que sanarse de esa manera, es la forma más completa y efectiva, además de impedir esas dependencias emocionales que tanto odio.
Muy bien...ya era hora de despertar.

1 comentario:

Camila Mardones dijo...

Ojalá no haya estupidez que dure 100 años.

aunque he visto guerras que duran más.