lunes, 18 de agosto de 2008

La historia más triste...

Buscando las palabras para contar una historia, una de esas que no deberían existir...Como todo cuento este comienza con un "Érase una vez...una niña que planeaba escapar, que tenía sus planes listos para un viaje del que no pensaba volver, en donde buscaría un futuro y quizás una nueva vida...una niña que no tenia fe en el mundo, una niña que vivía sin amor, con un alma vacía, y pensaba que todo lo que podía haber vivido en la vida ya estaba hecho.
Una semana antes de partir apareció lo inesperado, un principe como sacado de la mejor historia, que de un momento a otro logró que ese corazón volviera a latir, y lo hizo...la vida comenzó a cambiar sus colores, todo comenzó a sonreir...
La esperanza y los deseos de vivir se volvieron algo natural para ella, la alegría volvió desde el lugar mas lejano...hasta las ganas de estudiar...
El principe con el tiempo ya no era tan principe, las ganas ya no eran las mismas y la alegria volvía a alejarse...y por más que ella intentó retenerla, se negaba a permanencer en el lugar...
Luego vino el fin de la historia, el final mas triste, el dolor mas grande, la traición mas horrible, donde la mentira, el engaño, la traición y todo lo más horrible se apoderó de la historia, y ella...ella se negaba a dejarlo...el principe era su vida...pero al final...la maldad fue mas que su inocencia...
Ella lo dejó ir...
Con el tiempo ella se armó nuevamente, al menos creyó hacerlo...Intentó amar, intentó creer...pero las heridas nunca se cerraron, solo se taparon...pero ahi están.
Su corazon que parecia ser bondadoso se volvió como un bloque de cemento, su alegria ya no era real, y su mirada cambio, sus ojos cambiaron para siempre...La vida cambió.
A pesar de que mucha agua ha pasado bajo el puente ella sigue llorando, sigue recordando todo aquello que no debería recordar, sigue buscando las respuestas para algo que simplemente no las tiene, perdió la fe...y ya no cree en el amor, no cree en la felicidad, no cree que su destino tenga una inmensa sorpresa preparada para ella, no cree que la vida pague su deuda, cree que la deuda le corresponde a ella con la vida, cree que ella estuvo mal...
No quiere volver a sufrir...y lo peor, es que ahora es ella quien lo provoca, es ella la que causa dolor en otras personas, es ella quien olvidó el significado del amor. Está vacia y tiene miedo...no ve el futuro, no ve salidas...esta atrapada en un dolor que parece ser eterno...se siente muerta y sin esperanzas...
El principe no era principe y ella lo creyó por años...y es tan grande el dolor que eso le provocó, que es imposible de entender...
El principe es feliz...y la princesa...solo desea dejar de respirar."

miércoles, 6 de agosto de 2008

Equilibrio

Todo con el tiempo tiende a un equilibrio, una especie de teoría barata que utilizamos miles de veces intentando consolar nuestro propio “desequilibrio”, pensando que algún día llegará. Já!.
Qué diablos es el equilibrio? Es pensar que de todo lo bueno sale lo malo, que de lo malo sale lo bueno, que por un idiota en el mundo hay otro “no idiota”, que si estoy yo aquí sentada escribiendo en este momento hay otra persona opuesta a mi haciendo lo contrario? Que si a mi me tocó una suerte pésima en el 80% de las cosas que hago hay otra persona que se beneficia de ese 80% mío?...y hablo de suerte sabiendo que no creo en esa basura, la suerte no existe, las cosas pasan porque si y punto, uno crea su destino al tomar las decisiones que toma en cada momento de su vida…y cuando alguien toma una mala decisión y algo malo ocurre a causa de eso le llaman cómodamente “mala suerte”…que gran consuelo.
Pero volvamos al equilibrio, linda palabra no?, pero sigo preguntándome, qué diablos es eso?, Dios quizás puso todo en una balanza, pero hey Dios! vamos arreglando la balanza!, después de miles de años la cosa ya no funciona igual…quizás ahí va el problema, si! la súper balanza se arruinó con el tiempo…es cosa de ver, quienes menos merecen sufrir más lo hacen…y como siempre, a nadie le importa. No digo que yo sea una de esas personas, no lo creo, estoy casi segura de que mis basuras personales tienen un fin y quizás una causa que aun desconozco, pero no me quito la culpa, como he dicho miles de veces, esto no es una conspiración masiva de la vida en mi contra.
Solo me impresiona el hecho de que todo es tan injusto, y en nuestros ciegos mundos no lo vemos, no observamos, no vemos a la anciana descalza en la calle pidiendo una miserable moneda para comer algo, mientras que nosotros cuando la tenemos en el bolsillo la gastamos en basura, no nos damos cuenta que muchas veces que estamos riendo hay alguien llorando a nuestro lado, que cuando estamos bien probablemente alguien necesite ayuda…y muchas veces cuando somos nosotros los que la necesitamos, nadie lo nota.
Algunos están bien, otros están mal, algunos felices y otros tristes, a algunos se les acaba la vida y otros recién la comienzan…algunos son “afortunados” y otros simplemente recibimos el porcentaje sobrante de ellos…es el equilibrio no?