jueves, 1 de noviembre de 2007

Culpando a la primavera…

Es cierto que mucha gente en este tiempo empieza a sentir esas maripositas en el estómago, aparecen los colores, la ropa mas destapada, la gente se ve más linda (dicen), andan mas alegres, algunos casi atontados (creo yo por el efecto de esas pelusas de plátano oriental que tapa todas las calles), la gente se enamora de la noche a la mañana, aparecen las ilusiones y esa alegría casi tonta de los primeros encuentros con algún personaje nuevo, cupido actúa como si se hubiera metido algo en el cuerpo, disparando flechas como quién tira challa en un cumpleaños ja!…¿quién no se ha enamorado en primavera?...
Pero como en todas las cosas de la vida existe el lado totalmente opuesto, está la otra parte de la población (que no deja de ser menor), sobretodo esos que llegaron valientemente a la primavera con pareja, pololo, andante, “pior e ná” o qué se yo…y digo valientemente porque la primavera tiene ese otro lado no tan maravilloso, ese lado perverso, destructivo y totalmente “anti-cupido”, aun no se el nombre de ese personaje que se encarga de desenterrar todas esas flechas que cupido tan amorosamente (y por que no decirlo, arrebatadamente) clavó en miles de corazoncitos inocentes e ilusos que solo querían disfrutar de eso que la gente no sé por que razón le llama “amor”.
Ahí esta toda esa porción de mortales, que cuando le preguntas como están te responden “bien, pero soltero”, algunas veces ese bien no existe aunque hacen lo imposible porque así lo parezca, esa es la porción de los pobres “pateados”, y claro, la otra mitad es la porción de los “pateadores”, esos que se liberan de la presión de tener pareja porque simplemente fueron victimas del hombre ese saca flechas, y sienten la necesidad de ser flechados nuevamente por don cupido, esos que solo quieren divertirse, vivir la vida, qué se yo…No culpo a ese lado de la población, pero en estos casos comprendo más a los pobres “pateados”, esos que después de varios días, semanas o lo que sea, aun se están sobando las posaderas…y pobrecillos porque a ellos ni siquiera los miró el amigo que arranca las flechas…injusto no?.
Pero en fin, esto ocurre prácticamente todos los años, porque no decirlo, todos!, ya es algo normal para muchos, y no se sorprendan si las estadísticas siguen dándonos la razón a los solteros, a la buena o a la mala (entiéndase a la mala los pateados), no somos nosotros, aquí no hay culpables, no hicimos nada mal, somos casi perfectos…la culpa aquí la tiene la primavera, y ese efecto que causa estupidez en algunos, confusión en otros, depresiones en muchos casos, y también ese síndrome extraño llamado amor, solo depende de tu suerte, si te encuentra cupido, el anti-cupido, o en el peor de los casos, que no te encuentre ninguno…